este dos de noviembre
ni licores ni fiestas
mucho menos orquestas
como sí hubo en septiembre
a última hora avisan
que habrá días feriados
y todos apurados
sus muertos no divisan
se olvidan las ofrendas
y todos tiran prendas
como un aquel amigo
que no guardó contigo
las debidas exequias
si sean o no entelequias
o dichos de los viejos
no hay que hacerse pendejos
mi abuelo lo asevera
la blanca calavera
merece mi respeto
no está de parapeto
ay mi querido israel
que tomando cervezas
y ornado de cerezas
comías un pastel
entre letras y risas
cantando las albricias
sin cuenta de tu falta
y como niño salta
que salta inconsciente
encajábasle el diente
mejor era el ayuno
que la mucha fiesta
y hoy ha venido ésta
a llevarse a cada uno
y al que antes fue poeta
por hacer mala reta
por ser alborotado
y en la calle tirado
sin un peso sin suerte
apestando a muerte
en solitaria ciudad
brindando en soledad
espera que ella venga
y en sus brazos lo tenga
dándole un frío beso
que reviva sus versos
aunque mucho lo asusta
esa doña que es blanca
y a veces se atrabanca
pero nunca es injusta
martes, 2 de noviembre de 2010
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