TRAGICOMEDIA EN 9 ACTOS (PROVISORIO)
La MEJOR manera de hacer un pastor:
Un pastor.
Algo metafìsico algo que ni la calle López ni el oráculo pueden determinar. Miles de ovejas duermen sobre la hierba. Davis. Y ni monk ni Parker ni la conchaisumare que los pario lo sabe. Pedro, apacienta mis ovejas, dijo Jesús, admirado de que Pedro no supiera ni siquiera que era galileo, ni pescador, ni poeta, ni jazzista ni asesino ni nada. Había que seguir a alguien por el sendero de la verdad. Cristo y David Mandujano almorzando en un café de chinos no se entendieron y casi llegaron a los golpes. Por eso hay que leer y ser tolerante. La tolerancia no significa aceptar al otro. Sólo soportarlo.
Bueno, pies: acepten a Mandujano:
-Está bien Jefe, sólo lo aceptaremos bajo el Nombre de MANDURRABIA.
Y así es como comienza la historia de MANDURRAZA:
Un chico tranquilo, como todos, pero que tenía la virtud de hablar —y de comunicarse— en el entrañable idioma del mandujanismo. Era, para mí, un misterio de cómo Mandurraza podía moverse sobre el pavimento de Ciudad-Pedos, pero lo cierto es que se movía.
- Caballero: ¿ha tenido alguna vez un viaje austral?
- ¿Un viaje austral? ¿no querrá usted decir un viaje astral?
- No, no señor… viaje austral. Verá usted lo que es…
- El viaje austral es una especie de introyección momentánea para alcanzar un trabajo que no es un trabajo: hacer como que se hace algo. Finalmente: una escena. Pero no una escena cualquiera, sino la escena de un entramado insustancial en el que un austral, acostumbrado a la zurdería más irrestricta, se perfila como un jardinero central. En esa altanería, es decir, desde el Lugar de Los Lugares del Jardín Central, es capaz de enfocar Todo El Cuadro: ahí estaba Mandurraza.
Y en eso la bola desapareció. Varela había cantado boc. El béisbol es poesía y hacernos polvo de este amor esta maldita lengua béisbol amor fortuna muerte. No hay bola no hay pelota. ¿dónde está doña blanca la conchadetumadremagoseptièn? Busqué la cosa. La cosa. La cosa. Tengo dolor en el codo que raya en la abyección. Las rodillas. Cayó el telón de nueve actos. Perdimos para no inquietar a las mujeres. Perder. Viajar. Perder países. Perder partidos perder la vida perder la lengua perder algo. ¿Qué es? Perder algo sin lugar a dudas. El amor nunca, el amor está siempre ahí, en la concha, en las manos, en la bola de chicle, en la leichmania, en el te odio cotidiano te amo amor mío, no existes, sólo existo yo.
LA BOLA APARECIÓ: cayó en territorio de nadie: es decir, cayó en el espacio de NADIE, es decir, cayó en Merga. Merga era un tipo que jugaba de segunda base. Un caso clínico. Merga, como TODOS los que juegan de segunda base en todo el mundo beisbolero, tenía problemas de existencia, incluso de bajaestima: siempre quiso ser Jardinero Central. Lo lamento, pero es así. Pobres tipos; tienen brazo, estilo, rapidez, nervios, etcétera. Y CUANDO LA BOLA APARECIÓ, iba en dirección a Merga. Pero el Jardinero Derecho quiso decir otra cosa.
Te amo, cásate conmigo. Soy beisbolista no poeta soy poeta no beisbolista, qué soy mi reina. Te pondré un bozal, la tortura cobra sentido. Mi suspensorio. Te coloco en la boca mi suspensorio, a guisa de bozal. Puedo atarte con las agujetas de mis spikes. Tienes un fierro en la cabeza. Vives. Aún vives. Nadié sabrá nunca el amor que siento por ti. Te mato. Como sacar un aut de rutina, del seis al tres. Te amo amor mío, el tango forma un río irreal. La muerte del autor, la muerte del personaje. El personaje sexi. El que se ama.
El Jardín como el backstage de un partido. ¿Quién piensa “algo” cuando está en el cuadro? Mucha gente, demasiada. Para empezar, los que dicen “esto voy a hacer, agarro la pelota, la tiro y ya está, estoy tranquilo.” Pero El Jardinero piensa de otro modo, siempre. Está mal, no sabe con quién hablar, ni siquiera se habla a sí mismo; no tiene amor, no tiene ráfagas de criminal, no tiene esperanzas en la próxima entrada, está algo aislado. Pero, en fin, la pelota cae y todos la ven, menos MANDURRAZA.
Y David Mandujano llora en el dugout. Escondido, ocultándose de miradas inoportunas. Un día cuarto bate un día nada un día un grandslam (en contra, nunca a favor) un día una millón de bases por bolas. Voy a matarte, le dice ala pelota y se lo dice a P, a M, a C, a G, a ELLA. Batazo de foul. Siempre batazo de foul. Después de gran foul gran ponche a morder el polvo pendejo jijo de la chingada. Aún así muerte, no hay más que muerte en la caja. No importa que me ponchen cuatro veces, mil. Voy a poncharte a ti, amor mío, con un cuchillo
Mandurrabia, en efecto, la ponchó. Había lanzado mal, durante toda la temporada, pero entró al bate:
RAFAEL SALVADOR ARTURO HERRERA PAZ
Y el eclipse comenzó:
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis, dicisiete, dieciocho, take me out to the ball game, diecinueve, veinte, veintiuno, veintidós veintitrés veinticuatro, veintiuno, veintiséis, veintisiete.
Juego sin hit. La violencia subyace. Mató al heroísmo. La sangre tiñó de rojo, de vísceras, de algo extraño. El juego inmaculado, el juego perfecto.
FIN
PD1 EL AMOR ES UN PERRO INFERNAL
P2: INFERNAL PERO DA FRÍO
P3: FRÍO NADA (VAYANSEALCENTERFILDERPUTOSSS)
La MEJOR manera de hacer un pastor:
Un pastor.
Algo metafìsico algo que ni la calle López ni el oráculo pueden determinar. Miles de ovejas duermen sobre la hierba. Davis. Y ni monk ni Parker ni la conchaisumare que los pario lo sabe. Pedro, apacienta mis ovejas, dijo Jesús, admirado de que Pedro no supiera ni siquiera que era galileo, ni pescador, ni poeta, ni jazzista ni asesino ni nada. Había que seguir a alguien por el sendero de la verdad. Cristo y David Mandujano almorzando en un café de chinos no se entendieron y casi llegaron a los golpes. Por eso hay que leer y ser tolerante. La tolerancia no significa aceptar al otro. Sólo soportarlo.
Bueno, pies: acepten a Mandujano:
-Está bien Jefe, sólo lo aceptaremos bajo el Nombre de MANDURRABIA.
Y así es como comienza la historia de MANDURRAZA:
Un chico tranquilo, como todos, pero que tenía la virtud de hablar —y de comunicarse— en el entrañable idioma del mandujanismo. Era, para mí, un misterio de cómo Mandurraza podía moverse sobre el pavimento de Ciudad-Pedos, pero lo cierto es que se movía.
- Caballero: ¿ha tenido alguna vez un viaje austral?
- ¿Un viaje austral? ¿no querrá usted decir un viaje astral?
- No, no señor… viaje austral. Verá usted lo que es…
- El viaje austral es una especie de introyección momentánea para alcanzar un trabajo que no es un trabajo: hacer como que se hace algo. Finalmente: una escena. Pero no una escena cualquiera, sino la escena de un entramado insustancial en el que un austral, acostumbrado a la zurdería más irrestricta, se perfila como un jardinero central. En esa altanería, es decir, desde el Lugar de Los Lugares del Jardín Central, es capaz de enfocar Todo El Cuadro: ahí estaba Mandurraza.
Y en eso la bola desapareció. Varela había cantado boc. El béisbol es poesía y hacernos polvo de este amor esta maldita lengua béisbol amor fortuna muerte. No hay bola no hay pelota. ¿dónde está doña blanca la conchadetumadremagoseptièn? Busqué la cosa. La cosa. La cosa. Tengo dolor en el codo que raya en la abyección. Las rodillas. Cayó el telón de nueve actos. Perdimos para no inquietar a las mujeres. Perder. Viajar. Perder países. Perder partidos perder la vida perder la lengua perder algo. ¿Qué es? Perder algo sin lugar a dudas. El amor nunca, el amor está siempre ahí, en la concha, en las manos, en la bola de chicle, en la leichmania, en el te odio cotidiano te amo amor mío, no existes, sólo existo yo.
LA BOLA APARECIÓ: cayó en territorio de nadie: es decir, cayó en el espacio de NADIE, es decir, cayó en Merga. Merga era un tipo que jugaba de segunda base. Un caso clínico. Merga, como TODOS los que juegan de segunda base en todo el mundo beisbolero, tenía problemas de existencia, incluso de bajaestima: siempre quiso ser Jardinero Central. Lo lamento, pero es así. Pobres tipos; tienen brazo, estilo, rapidez, nervios, etcétera. Y CUANDO LA BOLA APARECIÓ, iba en dirección a Merga. Pero el Jardinero Derecho quiso decir otra cosa.
Te amo, cásate conmigo. Soy beisbolista no poeta soy poeta no beisbolista, qué soy mi reina. Te pondré un bozal, la tortura cobra sentido. Mi suspensorio. Te coloco en la boca mi suspensorio, a guisa de bozal. Puedo atarte con las agujetas de mis spikes. Tienes un fierro en la cabeza. Vives. Aún vives. Nadié sabrá nunca el amor que siento por ti. Te mato. Como sacar un aut de rutina, del seis al tres. Te amo amor mío, el tango forma un río irreal. La muerte del autor, la muerte del personaje. El personaje sexi. El que se ama.
El Jardín como el backstage de un partido. ¿Quién piensa “algo” cuando está en el cuadro? Mucha gente, demasiada. Para empezar, los que dicen “esto voy a hacer, agarro la pelota, la tiro y ya está, estoy tranquilo.” Pero El Jardinero piensa de otro modo, siempre. Está mal, no sabe con quién hablar, ni siquiera se habla a sí mismo; no tiene amor, no tiene ráfagas de criminal, no tiene esperanzas en la próxima entrada, está algo aislado. Pero, en fin, la pelota cae y todos la ven, menos MANDURRAZA.
Y David Mandujano llora en el dugout. Escondido, ocultándose de miradas inoportunas. Un día cuarto bate un día nada un día un grandslam (en contra, nunca a favor) un día una millón de bases por bolas. Voy a matarte, le dice ala pelota y se lo dice a P, a M, a C, a G, a ELLA. Batazo de foul. Siempre batazo de foul. Después de gran foul gran ponche a morder el polvo pendejo jijo de la chingada. Aún así muerte, no hay más que muerte en la caja. No importa que me ponchen cuatro veces, mil. Voy a poncharte a ti, amor mío, con un cuchillo
Mandurrabia, en efecto, la ponchó. Había lanzado mal, durante toda la temporada, pero entró al bate:
RAFAEL SALVADOR ARTURO HERRERA PAZ
Y el eclipse comenzó:
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis, dicisiete, dieciocho, take me out to the ball game, diecinueve, veinte, veintiuno, veintidós veintitrés veinticuatro, veintiuno, veintiséis, veintisiete.
Juego sin hit. La violencia subyace. Mató al heroísmo. La sangre tiñó de rojo, de vísceras, de algo extraño. El juego inmaculado, el juego perfecto.
FIN
PD1 EL AMOR ES UN PERRO INFERNAL
P2: INFERNAL PERO DA FRÍO
P3: FRÍO NADA (VAYANSEALCENTERFILDERPUTOSSS)