Me dijo que quería un diamante.
La llevé pues al campo de beis y le di un guante. Le dije colócate aquí, en tu diamante y no pierdas de vista la bola. PUM le reventé un rectazo en la boca y se le cayeron los dientes.
Toma, por interesada, le dije y me agaché a levantar sus dientecitos tan lindos, a ver si algún dentista podía pegárselos otra vez.
FIN
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Muy conmovedor. Como siempre, un mensaje arrollador. Enhorabuena.
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