lunes, 5 de octubre de 2009

NO MÁS NO LLORES

Estación Tepepan, Tren Ligero, 12:45 p.m. El Tren Ligero no medirá más de cuarenta metros de longitud y atraviesa 17 estaciones desde Tasqueña en dirección Xochimilco. No es subterráneo, aunque pueda ser considerado como una pequeña prolongación al sur de la Línea 2 del metro, vía Tlalpan. A unos pasos de acá, en un pequeño callejón, se encuentra la pulquería NO MÁS NO LLORES, que tiene la particularidad de ser atendida por un solícito travesti imposible de soslayar debido a su vozarrón. Los sábados, más o menos a esta misma hora, se puede observar a un grupo de beisbolistas atrincherados en alguna mesa. Han jugado las nueve entradas cerca de aquí, en los desérticos diamantes pertenecientes al Deportivo Xochimilco, y ahora culminan la jornada con un excelente curado de avena o de cacahuate. Si hemos de ser honestos, lo cierto es que por lo general el partido de béisbol ha ido mal. Por ejemplo, en la parte baja de la segunda entrada, el pitcher del equipo ha golpeado a dos bateadores (sin mala leche alguna) y ha otorgado otros tres pasaportes gratis. En la cuarta entrada, el segunda base ha lanzado mal a primera y han entrado dos carreras en contra, cuando ya habían dos out y las cosas empezaban a perfilarse un poco mejor. Por si esto fuera poco, en la siguiente entrada al jardinero central se la ha caído la bola del guante y, ante la incomprensión de sus compañeros de equipo, le ha echado la culpa al sol. Todas estas cosas, a la hora del pulque, por supuesto no se dicen y ya casi se han olvidado, de algún modo haciéndole un gran honor al nombre de la pulquería.

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